Inicio de la remontada de la Pinara de la Virgen desde el final de la pista.
Luis Hernández Taranilla2013/12/02
Al salir del bosque, perspectiva de Gredos.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Ahora, a superar la parte despejada del lomo sur. No hay senda, pero tampoco hace mucha falta.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
A la derecha, el Berrueco nos domina.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
El lomo sur desde arriba, a falta de pocos metros para culminar
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Más arriba, se va viendo más allá la cresta hasta el Pico casillas.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Parte final, y nevada, de la subida.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Cima.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Al este, el Pico Casillas.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Al sur, la Sierra de San Vicente y los Montes de Toledo en el horizonte.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Al oeste Gredos hasta el circo.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Al norte las Parameras. Iniciamos regreso por terreno amplio y regular.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Despedida de cumbre desde el cordal al oeste.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Esto es lo más agreste del tramo de cresta que caminamos.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Cruz en lo alto de la Peña Parda (1.922).
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Bajada hacia el collado (1.823). Aquí encontramos la nieve costrosa que nos impulsó a bajar directamente.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Por aquí nos dejamos caer a la izquierda (S).
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Parte media de la bajada directa por la ladera sur. Matorral.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Tercera parte de la bajada, a partir del árbol solitario, la cosa mejora: terreno herboso y menos empinado.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Hasta dar con esta hermosa pista, que tomamos a la derecha.
Luis Hernández Taranilla2013/12/01
Y ya no fue más que seguirla, siempre por el carril principal en los cruces, hasta volver al Arroyo Jarrero. Por cierto, ese cerro no es la Escusa, sino la Peña Parda.
Cerro de la Escusa por el lomo sur
Tiempo sin paradas: 3h59
Acceso: La Adrada está 75 km al sur de Ávila, por San Martín de Valdeiglesias. Una vez en el pueblo, hay que tomar la calle “Camino Forestal”, que sale a la derecha (NE) justo al dejar atrás el tramo en que la travesía tiene unos viales laterales. A partir de ahí, seguir el asfalto, dejando desvíos atrás. A unos 5 km, se llega a un cruce donde se sigue por la derecha (NE), dejando de lado el ramal que va a Piedralaves. Al cabo de otros 3 km, durante los que el firme se va degradando y acaba de tierra, se alcanza un cruce en “T” junto a una alberca con fuente. Estamos en el Arroyo Jarrero, tras recorrer 7,9 km desde La Adrada. Es el momento de aparcar pues, por la pista de la derecha (indicada a Barro Colorado), iniciaremos la ruta y, por la otra (a Los Hornillos), regresaremos. Puedes calcular un itinerario desde tu lugar de partida al punto de inicio de la excursión en el siguiente link a GoogleMaps .
Dificultad: Muy fácil. Descenso abrupto de 300 m por matorral muy cerrado.
Descripción: Dejar el Arroyo Jarrero por la pista que se va al E manteniendo altura a través de la ladera. Tomar el segundo desvío que se encuentra a la izquierda (N) para alcanzar otra pista horizontal más alta y seguirla a la derecha (E) hasta su final en la Pinara de la Virgen. Estamos en el lomo meridional de la Escusa; girar a la izquierda (NO) y remontarlo hasta la cumbre del Cerro de la Escusa. Para bajar, tomar a la izquierda (NO) el cordal principal de la sierra. Al bajar de la Peña Parda, girar a la izquierda (S) y dejarse caer por la empinada ladera de Las Ortigosas, primero a través de un matorral alto y duro, extremadamente incómodo, y luego, en el tercio final, por un prado pedregoso razonablemente cómodo. Al dar con una pista que cruza horizontal la vertiente, tomarla a la derecha (O), cruzando al poco el alto de El Pinarón. Al llegar a una bifurcación, seguir por la izquierda (E) para regresar al Arroyo Jarrero.
Comentario: Bonita excursión alternativa,infinitamente menos concurrida que la ruta del Puerto de Casillas, para ascender a este panorámico cerro. Con nieve, no presenta más dificultades que las inherentes a pisar sobre blanco, pues las pendientes son siempre asequibles. En condiciones estivales, ni eso; incluso los tramos sin camino son relativamente cómodos. Pero eso es si hubiera seguido la ruta hasta el final, ya que la idea original era llegar por el cordal hasta el Puerto de Navaluenga, donde una mala senda permite reganar las pistas de la vertiente sur sin pelear con el matorral. Pero el mal estado de la nieve al pasar mediodía, nos impulsó a recortar y preferimos afrontar el pinchudo matorral de las laderas a la nieve, poco espesa, pero lo suficiente para ocultar los cantos o formar una aborrecible costra quebradiza, que se iba rompinedo a cada paso.